El romanticismo
Es un fenómeno cultural que domina la primera mitad del siglo XIX, aunque en España triunfa alrededor de 1850 y en América más tardíamente. Antecedentes históricos: Los últimos años del siglo XVIII corresponden al período histórico llamado la restauración, en oposición a la gran revolución europea.
Los pueblos comienzan a consolidar la idea de nación, en tanto que la nueva organización económica que nace de la llamada revolución industrial, da origen al proletariado. Las clases más pobres quedaron desprotegidas, lo que favoreció un clima revolucionario.
Las ideas del liberalismo francés se extendieron pronto por toda Europa, consolidando el movimiento romántico.
Las características principales del romanticismo son:
• El culto al yo.
• El ansia de libertad.
• La angustia metafísica.
• el predominio del sentimiento sobre la razón.
Entre los representantes más conocidos del romanticismo se encuentran Víctor Hugo, francés (Los miserables; Nuestra Señora de París, obra conocida por el filme El jorobado de Notre Dame); Alejandro Dumas (Los tres mosqueteros; El conde de Montecristo); Gustavo Adolfo Bécquer (Rimas; Leyendas), etc.
En Hispanoamérica, el romanticismo aparece entre 1845 y 1889, íntimamente ligado al costumbrismo. Entre sus representantes se encuentran Alberto Blest Gana (chileno) con su obra Martín Rivas; Jorge Isaacs (colombiano) y su novela María, etc.
El realismo.
Antecedentes históricos
Durante los últimos años del siglo XIX hubo un gran desarrollo productivo e industrial, pero también una profunda crisis económica que se conoció con el nombre de la gran depresión.
La literatura muestra rechazo a los excesos del romanticismo. Surge, así el realismo. Cuando este expresa los aspectos más sórdidos de la sociedad a través de la descripción detallada del entorno, recibe el nombre de naturalismo.
El naturalismo literario europeo está representado por Emil Zola (Papá Goriot) y Guy de Maupassant (El collar; etc.), entre otros.
En Latinoamérica se producen grandes cambios en la estructura social, los que causan la ruptura entre las oligarquías (propietarios de la tierra). Esto produce el movimiento naturalista que abarca desde 1890 a 1935, aproximadamente. Entre los representantes naturalistas en Hispanoamérica encontramos a Rómulo Gallegos (venezolano) con su obra Doña Bárbara, entre otras. Horacio Quiroga (uruguayo) con su Cuentos de amor, de locura y de muerte, entre otras obras. Oscar Castro (chileno) y su obra Llampo de sangre. Baldomero Lillo (chileno) y su obra Subterra.
Entre los autores chilenos realistas se pueden mencionar a Marta Brunet y Mariano Latorre, como también a Francisco Coloane y otros.
En Latinoamérica el naturalismo se expresa a través del criollismo, el costumbrismo y el mundonovismo.
a) El Criollismo literario fue un movimiento que nació con el propósito de retratar las costumbres populares, con los tipos y en el lenguaje del bajo pueblo, sobre todo del campesino. Motivó el desarrollo de la literatura regionalista, que reflejó la realidad política, humana, económica y social, de un espacio determinado y así creó una literatura original con base en los elementos naturales del continente. Entre sus exponentes figuran escritores de diferentes tendencias: el venezolano Rómulo Gallegos que escribió la novela de los llanos Doña Bárbara (1929); el colombiano José Eustaquio Rivera, con su novela de la selva La vorágine (1924); la novela gauchesca Don Segundo Sombra (1926) que escribió Ricardo Güiraldes. Incluso es posible incluir a Mariano Azuela con su novela de la revolución mexicana Los de abajo (1915).
b) El costumbrismo
Tendencia o género literario que se caracteriza por el retrato e interpretación de las costumbres y tipos del País. La descripción que resulta es conocida como "cuadro de costumbres" si retrata una escena típica, o "artículo de costumbres" si describe con tono humorístico y satírico algún aspecto de la vida.
La novela costumbrista tuvo especial resonancia en algunos países. Así, en México, en Colombia, donde el costumbrismo penetra también en el campo de otras novelas, no específicamente costumbristas. Por ejemplo, es notorio el peso que elementos de esta naturaleza tienen en una novela sentimental como María, de Jorge Isaacs
En Chile se destacan Vicente Pérez Rosales con Recuerdos del pasado; las novelas de Alberto Blest Gana, el mejor novelista hispanoamericano de su tiempo, revelan clara inclinación costumbrista. Como en Santiago, de Daniel Barros Grez también muestra claros elementos costumbristas.
c) El mundonovismo, cuyo nombre viene del concepto nuevo mundo, como se llamó a América, en oposición al viejo mundo.
Las características del mundonovismo son:
• representación cíclica de la vida de un país.
• Intenta abarcar distintos sectores de la vida nacional (campo, minas, mar)
• La naturaleza –el paisaje- pasa a ser protagonista. Así lo muestra José Eustaquio Rivera (Colombia, 1888-1928) en su obra La vorágine (1924). A diferencia de Quiroga, en cuyos cuentos la naturaleza aparece despersonalizada, y de Gallegos, donde se la personifica a través de la mediación del personaje central femenino de su novela capital, en la escritura de Rivera la selva es, directamente, el personaje central del relato: sujeto de acciones tales como seducir, atraer y aniquilar, la selva se opone al intelectual Arturo Cova, principal narrador y protagonista de la historia.
• Hay preferencia por la novela de la tierra.
• Se adapta el lenguaje a los sectores representados.
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