lunes, 28 de noviembre de 2011

El Naturalismo y el Modernismo

El naturalismo‎
Es una tendencia de carácter realista que intenta mostrar la influencia del medio natural o físico. Aunque ‎aparece también en el Renacimiento, triunfa como movimiento en Europa alrededor de 1890. Recibe ‎fuerte influencia del positivismo, doctrina filosófica que se opone a la fe y al conocimiento intuitivo, ‎aceptando sólo lo que es comprobable por experimentación científica. En América se mezcla con el ‎modernismo y con el mundonovismo.‎

‎ El modernismo‎
Se denomina al movimiento poético hispanoamericano, introducido en España por Rubén Darío, poeta ‎nicaragüense. Este movimiento se desarrolla paralelamente a la generación del 98 y significó una ‎renovación total de la poesía de habla hispana. Rubén Darío es autor de la obra Azul, publicada en 1888 ‎en Valparaíso, considerada entonces la ciudad más culta de Chile. Otra de sus obras es Marcha triunfal, ‎donde se destaca la musicalidad y el ritmo que el poeta logra mediante las palabras usadas en el poema. ‎He aquí un fragmento de este poema:‎

‎¡Ya viene el cortejo!‎
‎¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.‎
La espada se anuncia en vivo reflejo;‎
Ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.‎

Ya pasa debajo los arcos ornados de blancas Minervas y Martes,‎
Los arcos triunfales en donde las Famas erigen sus largas trompetas,‎
La gloria solemne de los estandartes,‎
Llevados por manos robustas de heroicos atletas.‎


Otro poeta modernista es Juan Ramón Jiménez, autor, entre otras obras, Primavera Amarilla.‎

En el modernismo literario se mezclan, por una parte, el gusto por el verso perfecto y los temas exóticos y ‎paganos y, por otra, la musicalidad y sonoridad de la palabra así como la multiplicidad métrica.‎

La generación del 98 es el grupo literario que se consolida el año 1898, fecha en la que España pierde ‎sus colonias de ultramar. Significó una renovación de la narrativa. Entre sus representantes se ‎encuentran Miguel de Unamuno, una de cuyas obras más destacadas en Niebla, y Antonio Machado.‎

La generación del 27, en cambio, fue eminentemente poética. A ella pertenecen Federico García ‎Lorca (Muerte de Antoñito el Camborio ‎, poema que forma parte de su obra Romancero Gitano) y ‎Rafael Alberti, (1902-1999) Poeta y dramaturgo español, entre otros. ‎

Alba de noche oscura ‎
‎(Rafael Alberti)
Sobre la luna inmóvil de un espejo,
celebra una redonda cofradía
de verdes pinos, tintos de oro viejo,
la transfiguración del rey del día.

La plata blanda, ayuna del reflejo,
muere ya. Del cristal -lámina fría-
dice la voz del vaho en agonía:
‎-Doró mi lengua el sol, ¿de qué me quejo?

La puertas del ocaso, ya cerradas,
tapina de luto el campo. Negros perros,
a lo que nadie sabe, ocultos, gritan.

Decapitando sueños, fatigadas,
sobre el túmulo alto de los cerros
las estrellas del valle se marchitan.‎

Esta generación toma su nombre del año 1927, en el cual se reúnen un grupo de escritores, amigos entre ‎sí, los que participan en los homenajes que en esa fecha se celebran, con motivo del tercer Centenario de ‎la muerte de don Luis de Góngora.‎
No surgen, como muchos creían, en contra de la generación del 98. Sin embargo, hay que tener presente ‎que la del 27 es más universalista y tiene menos preocupación directa por España que la del 98.‎
Características de la generación del 27:‎
‎•‎ Presenta una gran tendencia al lirismo. La mayoría de los integrantes son poetas; incluso los que ‎escriben teatro lo hacen expresando poéticamente los sentimientos de odio, amor, como sucede ‎con Federico García Lorca.‎
‎•‎ La poesía tiene un sentido trascendental. Los escritores penetran en las realidades más profundas ‎de la vida, tocando accidentalmente el amor o la decadencia de España. Se preocupan por el ‎esteticismo; de ahí su interés por la poesía.‎
‎•‎ La tercera característica es la luminosidad. El pesimismo de la generación del 98 cede a la ‎actitud más tranquila y equilibrada y por lo tanto más optimista.‎

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